Jones, E. E. y Harris, V. A. (1967): The Attribution of Attitudes.
Journal of Experimental Social Psychology, 3, 1-24
¿Por qué juzgamos a las personas sin conocer toda la historia?
El experimento que reveló el Error Fundamental de Atribución
Imagina que escuchas a alguien dar un discurso a favor de un político controvertido. Tu primera reacción podría ser pensar que esa persona apoya firmemente a ese político. Pero, ¿y si te dijeran que le obligaron a dar ese discurso? ¿Cambiaría tu opinión sobre sus verdaderas creencias?
Este es el tipo de situación que los psicólogos Edward E. Jones y Victor Harris exploraron en su famoso experimento de 1967. Su objetivo era entender cómo atribuimos actitudes y creencias a las personas basándonos en sus acciones, incluso cuando esas acciones pueden estar influenciadas por circunstancias externas.
Objetivo del estudio
Jones y Harris querían descubrir cómo y por qué atribuimos ciertas actitudes a las personas cuando escuchamos sus opiniones. Específicamente, buscaban entender cuándo es más probable que pensemos que las acciones de alguien reflejan sus verdaderas creencias internas (atribuciones disposicionales) y cuándo las vemos como resultado de la situación en la que se encuentran (atribuciones situacionales).
El problema
Cuando observamos la conducta de alguien, nuestro cerebro busca una causa: ¿es algo propio de la persona o fue provocado por la situación? Sin embargo, esta búsqueda de causas no siempre es tan objetiva y puede estar sesgada por nuestras propias percepciones y creencias.
Antecedentes
Ya en los años 40 y 50, psicólogos como Heider y otros investigadores propusieron que las personas tienden a buscar causas para los sucesos que les rodean, especialmente los que son inesperados o fuera de lo común. Esto es lo que llamaron «atribución causal«. Más adelante, Jones y Davis desarrollaron la teoría de las inferencias correspondientes, que explica cómo atribuimos características estables de personalidad basándonos en los comportamientos que observamos. Por ejemplo, si alguien realiza un acto generoso, es probable que pensemos que esa persona es generosa por naturaleza.
Hipótesis
La hipótesis principal era que las personas tenderían a atribuir las opiniones expresadas a las verdaderas actitudes del orador, especialmente si pensaban que el orador había elegido libremente qué decir. Sin embargo, incluso si sabían que el orador no había tenido elección y que había sido obligado a expresar cierta opinión, los investigadores sospechaban que los oyentes aún podrían pensar que el discurso reflejaba las verdaderas creencias del orador.
Participantes
El experimento contó con 51 estudiantes (36 hombres y 15 mujeres) de la Universidad de Duke, que participaron voluntariamente.
Material
A cada participante se le entregó un ensayo de aproximadamente 200 palabras que era o bien a favor o en contra de Fidel Castro, quien en ese momento era una figura política muy controvertida. En realidad, todos los ensayos estaban diseñados para el experimento, es decir, no había una personal «real» detrás de su autoría.
Además, se utilizaron varias escalas para medir las percepciones de los participantes sobre el autor del ensayo y sus propias actitudes hacia Castro.
Diseño del experimento
A los participantes se les dijo que el objetivo del experimento era evaluar si podían juzgar las actitudes y la personalidad de una persona basándose en textos breves. En este caso, se les asignó la tarea de juzgar la actitud del supuesto autor hacia Castro.
Recibieron ensayos que se les hizo creer eran respuestas de un examen o de otros contextos estudiantiles, como una autobiografía o un ejercicio de escritura creativa.
Recordemos que en realidad, todos los ensayos estaban diseñados para el experimento, es decir, no había una personal «real» detrás de su autoría.
- La dirección del ensayo: si el ensayo era a favor o en contra de Fidel Castro.
- El grado de elección del autor: si el autor del ensayo había elegido libremente el tema o si se le había asignado.
Esto dio lugar a cuatro grupos experimentales:
- Libre elección – A favor de Castro: el autor eligió escribir un ensayo a favor.
- Libre elección – En contra de Castro: el autor eligió escribir un ensayo en contra.
- Sin elección – A favor de Castro: al autor se le asignó escribir un ensayo a favor.
- Sin elección – En contra de Castro: al autor se le asignó escribir un ensayo en contra.
Procedimiento
Después de leer el ensayo asignado, a los participantes se les pidió que evaluaran la verdadera actitud del autor hacia Fidel Castro. Utilizaron una escala donde podían indicar si creían que el autor realmente apoyaba o se oponía a Castro, independientemente de lo que hubiera escrito en el ensayo.
Resultados
Los resultados revelaron algo sorprendente:
- Incluso cuando los participantes sabían que el autor no había tenido elección y que se le había asignado el tema, seguían pensando que el ensayo reflejaba las verdaderas actitudes del autor.
- Los participantes atribuían una actitud pro-Castro al autor si el ensayo era a favor, y una actitud anti-Castro si el ensayo era en contra, sin importar si el autor había elegido el tema o no.
- Esta tendencia era más fuerte cuando los participantes creían que el autor había elegido libremente, pero seguía presente incluso cuando sabían que el autor no tenía opción.
Importancia y consecuencias
Este descubrimiento tiene importantes implicaciones:
- Relaciones interpersonales: Podemos juzgar injustamente a otros sin considerar las presiones o limitaciones que enfrentan.
- Percepción social: Nos ayuda a entender por qué a menudo culpamos a las personas por situaciones que están fuera de su control.
- Aplicaciones prácticas: En educación, trabajo y justicia, reconocer este sesgo puede conducir a evaluaciones más justas y comprensivas.
Por qué es un "clásico de la Psicología"
El experimento realizado por Jones y Harris en 1967 es considerado un clásico en el campo de la psicología por varias razones importantes:
- Descubrimiento clave: Introdujo el concepto del «Error Fundamental de Atribución«. Este es un sesgo mental que nos hace sobrevalorar las características personales y subestimar las circunstancias externas cuando juzgamos el comportamiento de otros.
- Cambio de perspectiva: Ayudó a cambiar el enfoque de la psicología social, pasando del estudio individual a considerar más las influencias sociales en nuestro comportamiento.
- Diseño innovador: El experimento usó un método muy creativo para estudiar cómo las personas juzgan las actitudes de los demás, manipulando la libertad de elección en la escritura de ensayos.
- Resultados sorprendentes: Como hemos visto, mostró que, incluso cuando sabemos que alguien no tuvo elección en lo que escribió, tendemos a pensar que esas opiniones reflejan sus verdaderas creencias.
- Impacto duradero: El concepto del Error Fundamental de Atribución se aplica en muchos campos, desde la educación hasta el sistema judicial, y nos ayuda a entender mejor cómo interpretamos el comportamiento de los demás en nuestra vida diaria.
En resumen, este experimento nos enseñó algo fundamental sobre cómo pensamos y juzgamos a los demás, revelando un error común que todas las personas tenemos tendencia a cometer de forma consistente. Su importancia radica en que nos ayuda a ser más conscientes de nuestros juicios y, potencialmente, a ser más comprensivos con los demás.
Aplicación en la vida cotidiana
Es «Error Fundamental de Atribución«, descubierto hace más de 50 años, sigue siendo muy importante en nuestra vida diaria. Veamos algunos ejemplos de cómo afecta diferentes aspectos de nuestra vida actual:
- Redes sociales y medios de comunicación
- Juzgamos rápidamente a las personas por sus publicaciones o comentarios, sin considerar el contexto completo.
- Ejemplo: Asumir que alguien es despreocupado por una foto de vacaciones, sin conocer las circunstancias detrás.
- Ambiente laboral
- Atribuimos éxitos o fracasos de compañeros a su personalidad, ignorando factores externos.
- Ejemplo: Pensar que un colega es irresponsable por no entregar a tiempo, sin considerar posible sobrecarga de trabajo.
- Relaciones personales
- En conflictos, tendemos a culpar el carácter de la otra persona en lugar de considerar situaciones estresantes que puedan estar viviendo.
- Ayuda a ser más comprensivos y pacientes en nuestras relaciones.
- Política y divisiones sociales
- Juzgamos duramente a quienes tienen opiniones diferentes, sin considerar su contexto o influencias.
- Puede aumentar la polarización social y política.
- Salud mental y autopercepción
- Nos criticamos excesivamente por nuestros fallos, sin tener en cuenta factores externos.
- Entender este sesgo puede ayudarnos a ser más amables con nosotros mismos.
- Educación
- Los profesores pueden juzgar el rendimiento de los estudiantes sin considerar su situación personal.
- Los estudiantes pueden asumir que sus compañeros con mejores notas son «más inteligentes», sin tener en cuenta otros factores.
No tomes este descubrimiento a la ligera, es un error muy importante y si todavía no lo ves así, piensa que ser conscientes de este sesgo nos puede ayudar a:
- Mejorar nuestras relaciones
- Evitar juicios apresurados
- Ser más empáticos y comprensivos
- Fomentar un ambiente más justo en el trabajo y la educación
- Reducir divisiones sociales y políticas
Tómate un minuto y vuelve a leerlo. Luego reflexiona en los juicios que has hecho hoy, o intentan tenerlo presente a lo largo de este día.
Otros experimentos relacionados
Para que el resultado y conclusiones de un experimento o estudio no sea considerado como una simple «curiosidad» y se puedan tomar como un efecto consistente y válido, el método científico requiere ciertas condiciones. No voy a entrar en todas, porque no es el objetivo de este artículo, pero si que me centraré en una: replicabilidad y transparencia. Es importante que cualquier otro equipo pueda replicar este experimento u otras variantes y que los resultados sean consistentes (o no).
Desde que se publicó este experimento, otros equipos lo replicaron y obtuvieron resultados consistentes. Además, inspiraron otros experimentos que vienen a completar las conclusiones de este. Aquí os dejo algunos ejemplos (la mayoría posteriores), que iremos analizando con más detenimiento en otros artículos:
- Experimento de Milgram (1963): Obediencia a la autoridad
- Aunque anterior al de Jones y Harris, este estudio mostró cómo se suelen ignorar las presiones situacionales (en este caso, la autoridad) al juzgar las acciones de otros.
- Conexión: Ilustra cómo se atribuyen comportamientos a la personalidad, ignorando factores externos poderosos.
- Experimento de Rosenthal y Jacobson (1968): Efecto Pigmalión
- Mostró cómo las expectativas de los maestros influían en el rendimiento de los estudiantes.
- Conexión: Revela cómo se atribuyen resultados a características personales, ignorando la influencia de las expectativas externas.
- Experimento de la Prisión de Stanford de Zimbardo (1971)
- Demostró cómo las situaciones pueden influir drásticamente en el comportamiento.
- Conexión: Ilustra la tendencia a atribuir comportamientos extremos a la personalidad, subestimando el poder del contexto.
- Experimento de Storms (1973): Perspectiva del observador y del actor
- Investigó las diferencias en la percepción del comportamiento propio y ajeno.
- Conexión: Profundizó en cómo la perspectiva afecta las atribuciones que hacemos.
- Experimento de Ross et al. (1977): El Juego del Concurso
- Demostró cómo se ignoran las ventajas situacionales al juzgar la inteligencia de otros.
- Conexión: Reforzó los hallazgos de Jones y Harris, mostrando la persistencia del Error Fundamental de Atribución.
- Experimento de Nisbett y Wilson (1977): Autoengaño en la atribución
- Reveló cómo las personas racionalizan sus decisiones, ignorando influencias externas.
- Conexión: Extendió el concepto a la autoevaluación, mostrando cómo el Error Fundamental de Atribución afecta incluso nuestras propias explicaciones.
Estos experimentos, junto con el de Jones y Harris, han contribuido significativamente a nuestra comprensión de cómo las personas interpretan y explican el comportamiento humano, destacando nuestra tendencia a subestimar la importancia de los factores situacionales y a sobrevalorar las características personales en nuestros juicios sociales.
Recuerda que la Psicología no es magia... es Ciencia
Recuerda que la Psicología no es un conjunto de trucos mágicos ni de consejos sin fundamento. Es una ciencia rigurosa con más de 100 años de descubrimiento validados que estudia el comportamiento humano y los procesos mentales a través de métodos científicos probados.
No hace falta ser científico para tratar de comprender los principios psicológicos básicos. -Conocerlos puede transformar nuestra vida cotidiana porque:
- Nos ayuda a entender mejor nuestras propias acciones y las de los demás.
- Nos proporciona herramientas para mejorar nuestras relaciones y comunicación.
- Nos permite tomar decisiones más informadas en el trabajo y en la vida personal.
- Nos ayuda a reconocer y superar sesgos cognitivos que pueden limitar nuestro potencial.
Invertir tiempo en aprender sobre Psicología no es un lujo, es una necesidad en un mundo cada vez más complejo. Comprender sus principios nos equipa para navegar los desafíos de la vida moderna, evitar sufrimientos innecesarios y alcanzar nuestro máximo potencial.
No subestimes el poder de la Psicología. Explórala, aplícala y experimenta cómo puede mejorar tu vida y la de quienes te rodean.